De colores vivos, las tronas Giordani, además de funcionales, son muy bonitas a la vista e ideales para alegrar el ambiente de la casa en la que se colocan.
Bajo la bandera de sentido práctico y de la mejor funcionalidad posible, se suministran todos los modelos de tronas para comida infantil propuestos por Giordani cierre de libro para que pueda colocarse fácilmente en espacios reducidos cuando el niño no lo utilice.
100% seguras, las tronas Giordani están equipadas exclusivamente con cinturón de seguridad de 5 puntosel único que puede garantizar la máxima seguridad absoluta para evitar el riesgo de accidentes que puede hacer que el niño se caiga o se deslice fuera de la trona.
Diseñadas para crecer con el pequeño, las tronas Giordani son regulables en altura y están dotadas de un respaldo reclinable para que puedan ser utilizadas por los niños ya que unas pocas semanas de edad y al menos, hasta los tres años de edad. Entre los muchos accesorios propuestos en el catálogo de la empresa, el fundas muy practicas para tronas Giordani para usar en la alimentación del bebé y muy fáciles de limpiar ya que son lavables a máquina.
Los productos Giordani para niños tienen una larga historia a sus espaldas que se inicia en Bolonia en 1885 en la historia del taller de Vía San Vitale, donde Raffaele Giordani producía velocípedos, actividad que su hijo Pietro continuó trasladando la empresa a via Foro Boario, donde nacieron los primeros triciclos para niños. Nuevo traslado en 1911, cuando tras la muerte de Pietro los nietos deciden trasladarse a via Ronzani. Aquí también se sumó la producción de cochecitos de muñecas y herramientas de jardín.
En 1928 se produce el paso definitivo de Giordani de un taller artesanal a una actividad industrial, confirmado por la presencia de 500 empleados y la producción de cochecitos de bebé realizada mediante la adopción de modernos sistemas de procesamiento. Estos fueron los años en los que salieron de los talleres Giordani en via Niccolò dell’Arca las ciclobalillasbicicletas para niños equipadas con ruedas laterales para ayudar a mantener el equilibrio.
Durante la guerra, las plantas de la empresa produjeron paracápsulas y varios tipos de objetos para el ejército italiano.
En 1946, después de haber reconstruido la fábrica gravemente dañada por los bombardeos provocados por la Segunda Guerra Mundial, la empresa Giordani retomó su fabricación de cochecitos de bebé y juguetes adecuar la producción a los procesos de fabricación en cadena.
En 1961, al comienzo del auge económico de España, Giordani abrió la planta de Casalecchio di Reno, 70.000 metros cuadrados en los que encuentran trabajo 1000 trabajadores. Siguió un largo período de éxito para la familia Giordani, que terminó hace algunos años debido a problemas inherentes a la empresa y al mercado que llevó a la venta de la marca a grupo industrial preziosi.